Esta tarde se vota en el congreso la subida del IVA, pasando de ser (si se aprueba) en general, del 16% actual al 18%. En hostelería, a servicios sociales o a espectáculos culturales y deportivos se elevará del 7% al 8%, y por último en alimentos básicos, viviendas de protección oficial (VPO) y ciertos productos culturales se mantendrá en el actual 4%.
Cierto es que la votación está dividida, aunque todo hace pensar que el Gobierno se saldrá con la suya y aprobará la subida con el apoyo de PNV y Coalición canaria (que votarán por convenio pero no por convicción), mientras que el PP con el teórico apoyo unánime CIU, y el no concretado de ERC, IU, ICV, NaBai y BNG, no conseguiría tumbar la iniciativa del gobierno.Cierto también es que desde sectores internacionales se apoya tal iniciativa, mientras que otros expertos la vetan.
La realidad que pienso es la siguiente:
Estamos sumidos en la peor crisis que se recuerda desde la salida de la dictadura en 1976, cuando la tasa de paro supera los más de 4.500.000 parados (no nos engañemos, en las mediciones gubernamentales de la tasa de paro no se incluyen los que no están dados de alta en las oficinas de empleo y los que cursan esos maravillosos cursos de formación para desempleados), donde en casi cada familia reside un ciudadano sin empleo, un país en el cual vivimos con unos precios elevados a proporción con los sueldos recibidos por los trabajadores, un país en que la seguridad social hace aguas por todos lados, un país donde predominan una gran parte de ladrones de guante blanco enrolados en las filas de los principales partidos políticos de estado, un país en el cual el presidente de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) está inmerso en quiebras de sus propias empresas, un país en el que se inyectan fondos públicos a entidades privadas como los bancos para que estos te sableen y te acaben mangando la pasta para que sus directivos perciban una jubilación indecente (conocido el caso del Presidente del BBVA que percibirá 69 millones de € de pensión al retirarse), un país donde la explotación laboral está en la orden del día (cierto son los casos en los cuales los empresarios prescinden de personal para reducir gastos y poder mantener sus beneficios e incluso aumentarlos, provocando la explotación del resto de trabajadores los cuales están más cerca de una baja por estrés que de producir un rendimiento óptimo en sus puestos de trabajo). En definitiva, un país que se hunde día a día, y en el que el poder adquisitivo y el bienestar social del ciudadano se ve reducido por la mala gestión del Gobierno anterior y del Gobierno actual.
Pues parece que la única solución es la subida del impuesto sobre el valor añadido (IVA), lo que puede provocar la subida y redondeo de los precios, ya que no solo afecta al producto final, sino a materias primas, fabricación, intermediarios (que son los que más encarecen los productos), el transporte y la distribución final. Pienso que todos se verán afectados por la subida, y que no es la medida más óptima para solucionar una crisis que cada día que pasa llega a extremos indecentes.
La solución que propongo es bien simple, pedir la dimisión en bloque de todos los integrantes del congreso y el senado, partidos gobernantes y opositores, alcaldes que nos roban constantemente, presidentes e integrantes políticos de las CCAA y políticos que no estén dispuestos a gobernar para y por nosotros, que al fin y al cabo somos los que les colocamos en esas sillas que tanto les cuesta abandonar. Si suprimimos a todos estos trepas no creo que sea dificil solucionar este marrón, puesto que todo el dinero que se ha desviado dejaría de caer por un agujero y se mantendría donde tiene que estar, en el sitio que le corresponde para que nosotros, los ciudadanois, disfrutemos de él.
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